Se presentará obra póstuma del escritor Carlos Toro en el Museo Gabriela Mistral
Este sábado, 25 de febrero, a las 18:00 horas, el Museo Gabriela Mistral de Vicuña nuevamente será escenario de una presentación literaria. Pero en esta ocasión, el evento estará cargado de una especial emoción, pues se trata de una obra póstuma del autor elquinoCarlos Toro Ponce,quien además de ser un prolífico hombre de letras e investigador histórico del Valle de Elqui, también fue un asiduo visitante del museo y participante de sus más variadas actividades.
El texto titulado"Estudio Preliminar de la Medicina Natural y de la Salud Pública en el Valle de Elqui",corresponde a la última investigación desarrollada en vida por Toro Ponce. y será presentada en esta ocasión por el hombre de letras regional Luis Aguilera, concejal de la serena y ex Presidente de La Sociedad de Escritores de Chile (SECH), Filial Gabriela Mistral, Región de Coquimbo.
Esta especial cita es organizada porBessie Parry Bize,compañera de vida de Carlos Toro Ponce, con el decisivo apoyo del Museo Gabriela Mistral, la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) y la Agrupación Cultural Elquialmar de Vicuña.
Carlos Toro Ponce
Carlos Toro Ponce nació en Vicuña el 29 de abril de 1939. Sus obras abarcan desde la literatura de ficción hasta la investigación histórica, con temas como el patrimonio cultural elquino y nacional, la solidaridad y los derechos humanos.
En su juventud emigró a la ciudad de Antofagasta, buscando mejores horizontes económicos. En "La Perla del Norte" obtuvo la atención y la tutoría literaria del autor Andrés Sabella, quien le alentó a escribir. En esos días, Carlos Toro Ponce comenzaría su labor en las letras, primero como "periodista popular" en medios locales, sondeando los cambios sociales de la época, y luego como "escribidor", este último apelativo que fue parte de su propia rúbrica en incontables ocasiones.
En 1974, detenido por la dictadura militar, fue torturado y condenado a 20 años de prisión. Un año después, en 1975, esta condena le fue conmutada por la de extrañamiento, cumpliendo su destierro en la ciudad de Edmonton, Canadá.
En 1994, luego de cumplir los 20 años que le imponía su condena, volvió a nuestro país por un tiempo breve. En 1999 regresa definitivamente a Vicuña. En estos años, intensificó su quehacer literario y, lejos de tomar distancia del acontecer, participó activamente en la vida cultural de la región, siendo miembro de la Sociedad de Escritores de Chile, Sede La Serena, y del Centro Cultural y Artístico "Elquialmar" de Vicuña.
Entre sus publicaciones se encuentran los títulos:"Sólo polvo en el viento", "Voces que el Viento Susurra (O crónicas de un tiempo ya ido)", "El Malvado Don Manuel de la Zota y otros cuentos", "Legado Histórico y Cultural de los Pueblos Aborígenes del Norte Chico", "La Memoria no puede Morir en Silencio", "Leyendas, Mitos y Otros Relatos Indígenas de Chile", "Santos y Bandidos del Valle de Elqui", "Organizaciones Culturales y Solidarias Chilenas en Edmonton".
El 22 de febrero del 2008 fue distinguido por el municipio de Vicuña con ocasión del aniversario de la ciudad por su labor en pro del conocimiento étnico, cultural y social de la comuna; este reconocimiento lo recibió junto a su hermano Sergio Toro Ponce, también destacado investigador local. El año 2010 obtuvo el segundo lugar en el Concurso Nacional de Cuentos Rurales del FUCOA, con su cuento "Cambalache".
La muerte encontró a Carlos Toro el 3 de octubre de 2015 en la madrugada. A la edad de 76 años, el obrero de la palabra dejó de existir en su Vicuña natal. Sus últimos años los abocó al estudio de la medicina popular, dejando como obra póstuma el libro "Estudio Preliminar de la Medicina Natural y de la Salud Pública en el Valle de Elqui".
Su perfil como escritor fue el de un "contador de historias" pretéritas y casi totalmente olvidadas, un rescatista de sucesos y emociones que el tiempo convirtió en parte del carácter elquino y regional. Como persona, destacó precisamente por actuar con un profundo sentido de humanidad y preocupación por su entorno, haciendo suyos los problemas del otro, sin preguntas, ni cuestionamientos tendenciosos. Un "escribidor" cuya propia historia es un digno relato.