Además de participar en las ceremonias oficiales, durante su última visita a Chile, la Premio Nobel compartió con su círculo más cercano del Valle de Elqui, como la familia Hernández Aguirre de Montegrande, en cuyo fundo (el Ajial) se hospedó. También se reencontró con Isolina Barraza de Estay, amiga de su hermana Emelina Molina Alcayaga y fundadora del primer centro cultural dedicado a la poeta en Vicuña.
Isolina Barraza le comentó en una carta a Doris Dana que los elquinos habían sido los más privilegiados con la visita de la poeta en 1954 y que estaba reuniendo recortes de prensa para documentar su estadía. Durante años coleccionó las páginas de los periódicos que mencionaban a Mistral y los conservó en un archivo personal que sus familiares donaron al Museo de Vicuña.
En la localidad de El Tambo, Gabriela Mistral visitó la casa de los familiares de la religiosa Rosa Elena Rojas Mercado, directora de la Escuela de Montegrande. Según el relato de Luis Álvarez Torres, hijo de una de las trabajadoras, la escritora pidió tomar un mate, algo que los lugareños acostumbran a hacer sobre todo al desayuno.
Para rememorar la ocasión, todos los años, a fines de septiembre, se celebra la Mateada de El Tambo, fiesta tradicional que recuerda el paso de Mistral en 1954. La iniciativa fue impulsada por el padre Fidel Carmona y transformada en decreto por la Municipalidad de Vicuña en 2003.