Gabriela Mistral: primera cónsul chilena
La notoriedad internacional alcanzada por Gabriela Mistral, la convirtió en la primera mujer que se elevó en las esferas diplomáticas. En esta etapa publicó Tala, considerado uno de sus libros fundamentales, donde se encuentra la raíz de lo indoamericano.
1931: Fue invitada por la Universidad de Puerto Rico para dictar conferencias. Viajó en aeroplano por las Antillas, el Caribe y los países centroamericanos. Visitó Santo Domingo, Cuba, Panamá, El Salvador, Costa Rica y Guatemala. Le otorgaron la Orquídea de Oro y La Flor del Espíritu Santo, las más altas insignias que la Escuela Normal de Institutoras de Panamá. La Universidad de Guatemala le concedió el grado de Doctor Honoris Causa.
1932: Inició su carrera consular. Fue la primera mujer chilena en desempeñar esa labor.
El 15 de abril recibió un comunicado, donde se le informa el nombramiento de Cónsul Particular a Elección. Comienza sus labores en Nápoles, Italia; sin embargo, no ejerció su función al declararse antifascista. Además, Mussolini no aceptaba diplomáticos del sexo femenino.
1933: Viajó a Puerto Rico. Dictó cátedra en la universidad como profesora visitante. La Cámara de Representantes, con la audiencia del Senado, la declaró Hija Adoptiva de la Isla. En julio fue trasladada al Consulado de Madrid, en reemplazo de Víctor Domingo Silva.
1934: En España, con el título Nubes Blancas, circuló un libro antológico de sus poemas. Recorrió en labor consular (sin sueldo) Barcelona, Mallorca y Málaga.
1935: El Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, la trasladó de Madrid a Lisboa. Por Ley del Congreso chileno, promulgada el 04 de Septiembre, se le designó Cónsul de Elección con carácter vitalicio.
1936: Asistió en París a una reunión del Comité de Publicaciones de la Colección Clásicos Iberoamericanos, con el propósito de formar un subcomité encargado de escribir un volumen de folclor chileno. Fue destinada a Oporto, luego a Guatemala, con el cargo de Cónsul General Honorario y Encargada de Negocios ad-interin.
1938: En enero estuvo en Montevideo, durante los cursos sudamericanos para profesores. Posteriormente, residió un breve tiempo en Chile, y le rindieron numerosos homenajes. Visitó Vicuña y Montegrande.
En Buenos Aires publicó Tala, editada por Sur, que dirigía Victoria Ocampo, escritora y su amiga personal. Gabriela Mistral destinó el producto de la edición de Tala a las instituciones catalanas que, como la Residencia de Pedralbes, albergaron niños vascos durante la Guerra Civil.
Fue destinada a Niza. En París, el Instituto Internacional de Cooperación Intelectual (Colección Iberoamericana) publicó el volumen Folklore Chilien, con estudio y prólogo de Gabriela Mistral.
1939: Visitó por tercera vez Estados Unidos. El Presidente de Chile, Pedro Aguirre Cerda, la designó Enviada extraordinaria y Ministra Plenipotenciaria ante los gobiernos de América Central, con residencia en San José (Costa Rica). Gabriela Mistral agradeció el nombramiento pero, por razones de salud, no aceptó el cargo. Intelectuales latinoamericanos iniciaron la campaña para postularla al Premio Nóbel de Literatura.
1940 - 1941: Fue designada al consulado de Niteroi, Brasil. Ella trasladó su consulado de Niteroi a Petrópolis, hermoso y pintoresco lugar situado en las montañas, a 75 kilómetros de la capital flumimense. La editorial chilena Zig-Zag publicó Antología de Gabriela Mistral, con selección de la propia autora y prólogo de Ismael Edwards Matte.
1942: En las proximidades de Petrópolis se suicida el escritor austriaco-judío Stefan Zweig, amigo entrañable de Gabriela Mistral.
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